La Lucha Contra la Minera
Es el inicio de una Revolución Cultural
en Catamarca
Belen, Tinogasta, Aimogasta, Famatina y los pueblos de la región han comenzado una revolución cultural muy profunda.
La nacionalización del actual conflicto es un triunfo de la “resistencia” en los valles calchaquí. Que tuvo su primer hito en 2009 cuando empezó a querer subir la “Agua Rica” y los activistas de “El algarrobo” comenzaron el corte de ruta (tipo Gualeguaychu) impidiendo el paso de camiones de la empresa. Vinieron en nombre del Estado de Derecho y reprimieron para que pasen los camiones. Esa noche miles salieron contra la minera incendiando sus edificios y camionetas, expresando el sentir de todo el pueblo. El juez de Paz en aquel momento suspendió la actividad minera por dos años. El actual proceso es el reavivamiento de esto, vencido el plazo del juez.
Este triunfo cultural, esta conclusión que se transformó en parte del saber colectivo en la juventud y el pueblo de la región, ha motorizado un cambio que vuelve sobre los pasos de la resistencia a los 500 años de saqueo colonial e imperialista en la región.
La resistencia en los Valles Calchaquíes empieza con las insurrecciones diaguitas contra los colonizadores españoles que llegaban desde el Virreinato del Perú en busca de Oro. El célebre fresco pintado en la cúpula de la Catedral de Catamarca que ilustra este artículo da cuenta de manera explícita de esta guerra que duro 200 años. Los diaguitas, hábiles cazadores, con técnicas de guerrilla atacaban desde las montañas y expulsaban del valle a los colonizadores.
El motivo del saqueo colonial fue el mismo que el de hoy: el oro y minerales para los colonizadores.
El triunfo cultural que estamos viviendo radica en haber reconocido la mentira del Estado, el Gobierno, los medios y todas las instituciones fundadas bajo el modelo de la constitución del genocida Gral. Julio Argentino Roca, triunfador de la guerra del desierto, quien como cuenta Luis Franco en “La Pampa Habla”, logró derrotar a los caciques araucanos y doblegó a las Pampas y la Patagonia, con la ayuda de los gauchos que se habían cambiado de bando y de la casi ingenua confianza y credulidad de los araucanos quienes creían en la posiblidad de una coexsitaencia en paz con los invasores.
La minera va a combatir igual que lo hizo antes. Sin ninguna contemplación por ningún argumento con una prepotencia imperialista que solo es posible por el apoyo activo del gobierno.
La decisión de los pueblos de la región de no permitir la minera choca directamente con el gobierno de Kristina. La resistencia y pueblada en Tinogasta, abrió una crisis nacional, que cuestiona uno de los “centros de gravedad” del Kapitalismo Argentino.
Recuerdo la “fiebre del oro” en 1995 en Belén cuando se asentó la minera. Había un gran “consenso” de privatizar todo y entregar todo. El “progreso” vendría de la mano de dejarse saquear. Pero la experiencia real, cruda y brutal de los cientos de niños con cáncer por el cianuro, la sequía, la muerte del ganado, etc… así como los cambios políticos producidos después del 2001, fueron haciendo su trabajo paciente, derrotando las ideas sobre el “cada uno en la suya” por una comprensión distinta de la fuerza del trabajo y la militancia colectiva y asamblearia.
La situación hoy es un tanto como la película “Avatar”, en el sentido de que la empresa está decidida a avanzar con todo abriendo una situación límite para la población, ya que según el plan de la empresa Agua Rica, la población del histórico pueblo de Andalgalá en los Cerros Calchaquí debe ser «relocalizada». De esta manera se expulsaría a la población directamente. Si esto sucede se romperán lazos culturales muy profundos en toda la zona, destruyendo culturas y especies. Esta disyuntiva terminal llevó a los pueblos a iniciar su lucha “por la vida” en el sentido menos metafórico del término.
La presidenta, quien reivindica al miserable Juan Manual de Rosas, estanciero feudal sanguinario que antes de Roca, sentó las bases ideológicas, los prejuicios y el espíritu de la guerra de exterminio contra los pueblos originarios, es fiel a su tradición cuando se presta al increíble rol de provocadora cuando el Jueves 9 de Febrero armó un show por TV horas antes fingiendo discutir con un minero “despolitizado” quien llamo a los luchadores del Algarrobo “pseudo ambientalistas”, preapando el terreno para la represión, no deja dudas sobre su voluntad política. El “minero despolitizado” es un puntero del PJ de Olavarria y es todo una cama contra la lucha del pueblo de Andalgalá y Famatina. Ni hablar de la prima del nefasto Ramón Saadi, Lucía Corpacci, quien ha jugado un triste papel defendiendo la actividad minera por televisión nacional.
La secuencia de eventos que transcurrieron los últimos años han impactado en las cabezas de los pobladores de los valles calchaquíes para siempre.
Otra tradición que se retomó en Andalgalá, no ya de los Diaguitas sino de las luchas obreras de Latinoamerica; de los mineros bolivianos que en los 70 pusieron en pie la Red de Radios Mineras o como la heroica Radio Plantón de los maestros Oaxaqueños durante la gran lucha por la “Comuna de Oaxaca” en el sur de México, donde las mujeres tomaron y pusieron bajo su control la radio y la television local.
La radio es usada como organizador e informador del pueblo y está basado en los comunicadores y periodistas de la radio El Algarrobo, agrupada en la RNMA. La radio va al frente con un mensaje politico claro contra la mina, que asume con madurez la profundiad de lo que está ocurreindo y sobre todo con valentía. No tuvieron miedo a las amenzas y cuando les cortaron la señal se las ingeniaron para seguir transmitiendo.
Si bien la población local está contra la mina aún no se ha logrado unificar una propuesta que logre dividir y ganar a un sector de los trabajadores de La Alumbrera que son una parte interesada en esto. El movimiento de lucha tiene que tratar de ganarse a una parte al menos de esas 800 personas, de las cuales 260 son de Catamarca. El problema de la carencia de fuentes de trabajo es porque los capitales monopolizan y determinan la demanda de la mano de obra según sus proyectos productivos y no de las necesidades laborales del pueblo. Y es sabido que su método es la explotación del obrero, ya que esta actividad qe deberia ocupar al menos 1500 personas solo contrata 800 obreros superexplotados. Los cientos de asalariados que trabajan en La Alumbrera y los que no tienen trabajo, que esperan algo de Agua Rica, tienen que ver en la lucha del pueblo no una amenaza sino un aliado, para luchar juntos por el desarrollo económico de la región, sin contaminar y usando la riqueza para cuidar el medio ambiente y mejorar la vida de todos los habitantes de los Cerros Calchaquíes. Es necesario ganarse a un sector de los que trabajan en la mina, para cerrarle el camino al discurso del gobierno y debilitar su fuerza.
El daño ambiental que produjo la explotación a cielo abierto, es irreparable y ademas se extenderá en el tiempo una vez cerrada la mina. Por eso junto con resolver el tema del trabajo en la region hay que exigir una indemnización por el daño causado a toda la población por esta empresa infame.
En estos días venideros una gran batalla se avecina en los cerros Calchaquíes. Tenemos que prepararnos para vencer.
Foto: Fresco de la Catedral Basílica de Catamarca
imaginacionsubversiva 